sábado, 23 de junio de 2012

No me des las instrucciones de la vida, cada uno juega su partida a su manera




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Sinceramente, no me importa lo más mínimo que te guste o no el sonido de mi risa, cuando me pongo a hacer palmas, cuando me río a carcajadas. No te pido tu opinión sobre los días en los que estoy hundida, y prefiero no decir nada.
No te pido que preguntes porque cuando estoy mal en vez de llorar un rato me tiro días y días emparanollada por pequeñas tonterías.
Puede que un día tenga ganas de dar abrazos a todo el mundo y sentir el calor de alguien, y que al otro sea la persona más fría del mundo.
Soy de las personas que se lo guarda todo para ella si las cosas no le gustan, porque aveces simplemente prefiere callar lo que siente para no hacer daño o hacer sufrir a los demás.
Que cuando paso demasiada vergüenza me pongo roja como un tomate, y soy consciente de ello, no me gusta, pero es mi manera de ser. Es uno de los trocitos de mi puzzle, un puzzle imperfecto, al que siempre se le pierde una pieza.
Y luego me vienen con el manual de instrucciones para explicarme como he de vivir. La gente se piensa que pueden controlar mi vida, por el simple hecho de que parezca fuerte y por dentro esté echa una mierda.
Que porque algunos días estoy jodidamente jodida, y aún así conservo una amplia sonrisa y mis tonterías de siempre.
Img_0079_largeEsto es un juego, el juego más importante, y no tendría sentido que ganásemos siempre sin perder de vez en cuando.
O que juguemos con trucos, creo que es más emocionante dejándote llevar y sin saber lo que tienes que hacer. Porque ahí está lo bonito, lo bonito es equivocarse , mirar al pasado y decir ¨No lo volveré a hacer jamás¨y al día siguiente volver a cagarla aún más gravemente.
Comenzar a gritar por una pequeña tontería, y a los dos minutos de reloj ir predicando un abrazo y volver a esa sonrisa.
Porque a base de pulsos y guerras el rey se hizo con la corona, y así siguió su dinastía sucesivamente, de padre a hijo.
Equivocarse significa ser condenado a la felicidad eterna, tener la misma rutina sería muy aburrido.

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